La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha sancionado a Bizum con 80.000 euros por una brecha de seguridad que permitió acceder a información personal de más de 20.000 usuarios. Este caso se ha convertido en un ejemplo de cómo un pequeño fallo en los sistemas puede derivar en consecuencias regulatorias graves y en un impacto directo sobre la confianza de los usuarios.
En un momento en el que las transacciones digitales se multiplican y los servicios fintech ganan protagonismo, la resolución de la AEPD deja un mensaje inequívoco: la seguridad y la diligencia en el tratamiento de datos personales son obligaciones ineludibles para cualquier empresa que opere en el entorno digital.
¿Qué ocurrió en la brecha de seguridad de Bizum?
La investigación de la AEPD reveló que el origen de la brecha estaba en una vulnerabilidad del sistema de identificación de usuarios. La aplicación permitía comprobar si un número de teléfono estaba vinculado a Bizum mostrando el nombre o alias del titular antes de completar una operación. Esa funcionalidad, diseñada para facilitar la experiencia del usuario, fue aprovechada por un tercero para extraer información personal a gran escala.
En apenas unas horas, se obtuvieron más de 20.000 registros que incluían nombres y números de teléfono. Parte de esos datos acabó circulando en la dark web, lo que amplificó el riesgo para los usuarios y evidenció la necesidad de implementar mecanismos más robustos frente a la automatización de consultas.
Aunque Bizum argumentó que no se habían filtrado datos financieros ni contraseñas, la AEPD determinó que las medidas de seguridad no habían sido suficientes para prevenir la extracción masiva y que la empresa subestimó el riesgo real del incidente.
¿Por qué la AEPD ha sancionado a la compañía?
La resolución se fundamenta en el artículo 32 del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que exige a los responsables del tratamiento aplicar medidas técnicas y organizativas adecuadas al nivel de riesgo. En este caso, la autoridad concluyó que los controles existentes eran insuficientes para evitar un uso abusivo de la funcionalidad afectada.
Además, la AEPD consideró que Bizum no actuó con la diligencia debida al clasificar la brecha como de “riesgo bajo” y decidir no notificar ni a los afectados ni a la autoridad dentro del plazo de 72 horas. Esta falta de transparencia fue interpretada como un incumplimiento adicional del principio de responsabilidad proactiva.
La multa inicial ascendía a 100.000 euros, pero fue reducida a 80.000 tras el pago voluntario y la aceptación de responsabilidad por parte de la empresa.
La seguridad empieza en el diseño
El caso Bizum demuestra que la seguridad no se limita a los sistemas críticos ni a la información más sensible. Cualquier dato personal, incluso un número de teléfono o un alias, puede ser valioso para ataques de phishing o suplantación de identidad. Por eso, la protección de datos debe estar presente desde la concepción del producto, aplicando el principio de privacidad desde el diseño y por defecto (privacy by design & by default).
Además, la resolución recuerda que la AEPD no sanciona sólo por la existencia de una brecha, sino por la falta de medidas preventivas y por la forma en que se gestiona la respuesta. La rapidez, la trazabilidad y la documentación del proceso son factores determinantes para demostrar cumplimiento.
¿Qué deben hacer las empresas para evitar esta situación?
El caso de Bizum debe servir como una advertencia y una guía práctica para todas las organizaciones que manejan datos personales. La prevención comienza con una evaluación honesta de los riesgos y una estructura sólida de seguridad y cumplimiento.
Las empresas deberían realizar análisis de riesgos periódicos para identificar vulnerabilidades en sus sistemas y procesos. También es esencial implementar medidas técnicas y organizativas que limiten los accesos, controlen la automatización de consultas y registren cualquier actividad inusual. La detección temprana de anomalías es clave para minimizar el impacto de una brecha y demostrar diligencia ante la autoridad.
Otro aspecto esencial es contar con un plan de respuesta ante incidentes. Cuando una empresa detecta un posible acceso indebido, debe disponer de un protocolo claro que incluya la contención del incidente, la evaluación del riesgo, la comunicación a la AEPD en un máximo de 72 horas y, si es necesario, la notificación a los afectados.
La formación interna también desempeña un papel crucial. La protección de datos no puede recaer exclusivamente en el departamento técnico o legal: toda la organización debe comprender las implicaciones del RGPD y actuar de forma coordinada ante cualquier sospecha de brecha.
Finalmente, contar con el apoyo de expertos en cumplimiento normativo y seguridad puede marcar la diferencia. Los profesionales especializados pueden realizar auditorías, asesorar en materia de medidas preventivas y acompañar a la empresa en caso de inspección o incidente.
El impacto del caso Bizum en el futuro del cumplimiento RGPD
La sanción a Bizum es un reflejo de la línea de actuación actual de la AEPD: mayor rigor, más supervisión y cero tolerancia ante incidentes previsibles. Las empresas tecnológicas y financieras se encuentran bajo especial vigilancia por su papel en el tratamiento masivo de datos personales.
En este contexto, el cumplimiento normativo deja de ser un mero trámite para convertirse en una ventaja competitiva. Las organizaciones que demuestran un compromiso real con la privacidad ganan credibilidad, fidelizan a sus usuarios y reducen riesgos regulatorios y reputacionales.
Conclusión: la confianza digital se construye con prevención y transparencia
El caso Bizum ha demostrado que incluso las plataformas más consolidadas pueden verse comprometidas por una configuración aparentemente menor. La AEPD ha dejado claro que la protección de datos es un deber de diligencia, no una formalidad. La falta de medidas adecuadas ante una brecha puede derivar en sanciones, pérdida de reputación y pérdida de confianza de los usuarios.
La confianza digital se basa en la prevención, la capacidad de respuesta y la transparencia.
En Protection Report, ayudamos a las organizaciones a cumplir con las Normativas de Protección de Datos (RGPD y LOPDGDD), prevenir brechas de seguridad y reforzar la confianza de sus clientes. Nuestro equipo de especialistas, dentro de nuestros servicios, desarrolla auditorías, planes de respuesta ante incidentes y programas de formación adaptados a cada empresa.
No esperes a que un fallo ponga en riesgo tu reputación y transforma el cumplimiento en una fortaleza competitiva. ¡Contacta ahora con nosotros!







